¡Después de bastante tiempo sin escribir volvemos a dar noticias!
Si me pidieran definir en una sola palabra lo que ha sido nuestra vida desde que llegamos a Santiago hasta ahora diría crecimiento; el que como todo proceso evolutivo a estado lleno de matices momentos complejos momentos en los que a menos a mí me a tocado tragarme un poco las lágrimas y abrazar a Lilo con todas mis fuerzas para no salir corriendo de vuelta al sur, creo que eso ha sido lo más difícil de vivir aquí.
Pero ya controlo las ansias, de a poco he logrado interiorizar que vivir en esta ciudad llena de smog, que en ningún momento es comparable al sur también se disfruta, el extrañar profundamente los lugares que recorríamos me a dado la capacidad de revivir todas las sensaciones que tenía estando en Temuco y en Valdivia que haciendo este "pequeño ejercicio" sonrío al instante y todo pasa.
Antes de viajar muchas veces le pregunté a Lilo ¿no tienes miedo? y ella con la tranquilidad que la caracteriza me decía no... ¿qué me puede dar miedo? a lo que respondía la vida allá, no replicaba ella, no siento miedo; yo si sentía miedo, no miedo a que algo sucediera entre nosotras, sino a correr, a no tener tiempo para nuestras mañanas juntas, nuestros desayunos en la cama, nuestros paseos largos a caminar bajo la lluvia a sentir ese frío q hay acá que cala los huesos.
En determinado momento, que por fortuna no se a dado al unisono, ambas hemos entrado en crisis yo me he pasado un par de tardes llorando porque extraño, no a la familia, no a los amigos, extrañaba los lugares, los olores, las calles, los adoquines de la calle en la que vivíamos, las flores naranjas de la vecina tan lindas que podía ver por la ventana, los viajes al campo a la casa de la familia de Lilo, con el tiempo, como les contaba antes eso pasó, he logrado crecer y disfrutar la vida acá paso a paso.
Lilo, sentía miedo de no tenerme, es que es difícil el cambio de pasar muchísimo tiempo juntas a vernos unas pocas horas al día, le asustaba no cumplir las espectativas que tenían de ella en su trabajo, pero a demostrado con creces ser excelente profesora, sus alumnos la adoran, le escriben cartas, le cantan canciones, confían en ella... es que es innegable mi mujer es adorable!
El primer semestre de este año ha terminado muy bien, definitivamente hemos crecido, Lilo ha tenido muy buenos resultados en su trabajo, yo he salido muy bien calificada en los estudios, cosa que a ella le pone muy orgullosa y tenemos una muy bella hija gatuna regalona y juguetona que les presento a continuación... ella es booh!
Por Nini
