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sábado, 25 de septiembre de 2010

Mi lugar

Hace un año atrás jamás hubiese pensado vivir en Temuco, hace un año atrás tenia la sensación que Valdivia ya no era mi lugar y caí debido a eso en un profundo ostracismo.

  Esta ciudad albergaba para mi recuerdos muy tristes, un año muy difícil; recordaba este sitio como un lugar hostil, con mucho ruido, poco verde, muy fría y sin mar, durante varios años evité al máximo tener que pasar por aquí, me sentía extraña cada vez que venía, me pesaba tantísimo todo lo que había vivido.

Cuando Lilo llegó a mi vida todo se dio de forma natural, comencé en mis viajes a descubrir Temuco nuevamente, a reconciliarme con él y con mi historia. Aquí pasé el 27 de febrero el día del terremoto, una de las situaciones que más miedo me inspiraba, la pasé de la mano de mi mujer.

Mi llegada se adelantó a todo pronostico, era tanta nuestra necesidad de estar juntas que un  día cogí mis cosas y me vine así sin más, sin pensar en las cosas que aquí me esperaban más allá de Lilo.

Nuestro amor creció de muchas formas con mi llegada, comenzamos a descubrirnos a conocernos aún más la una a la otra, pese a las situaciones adversas somos inmensamente felices con el simple hecho de tenernos, hemos crecido junto con nuestros sueños junto con nuestros proyectos. Yo siento que las cosas no pudieron ser de otra manera.

Temuco pasó  de ser gris a llenarse de colores de matices y de formas, paso de albergar mis tristezas pasadas a acunar mis sueños, mi amor y mi felicidad. Porque he crecido, me he encontrado y me siento en paz, porque me he descubierto y me he reconocido en las calles, en las ñañas,  en los chamales, en el mercado, en la feria Pinto y curiosamente este frío ya no me es extraño y he reconocido el verde que me faltaba en las personas y ahora siento un profundísimo amor por el ocre de la tierra y me identifico con la lucha que da la gente en este lugar.

Me siento agradecida de mi amada mujer que todos los días me enseña cosas, de su padre que hace que mi corazón se contente al verlo y más aún al escucharlo, me siento afortunada de ser su chiquilla, de que me hayan acogido en su casa e incluido en sus celebraciones, que me enseñen de su historia de su forma de ver la vida. No podría estar en otro sitio que no fuera este, no podría crecer mi familia en otro lugar.


Una de las enseñanzas de Temuco...



Por Nini


viernes, 10 de septiembre de 2010

Hijo mío

Sé que falta un tiempo para que llegues a nuestra vida, pero yo ya te quiero y tu mamá Lilo también, he de confesarte que hace algún tiempo te imagino en su pancita  y quisiera contarte historias cantar para ti, pero ya llegará el tiempo de disfrutar de todo eso.

Nacerás en una familia muy especial, tienes dos mamás, nos amamos profundamente, tu mamá Lilo es bella morena, quiero que tengas sus ojos su nariz y su piel, ella es paciente, tremendamente sabia y dulce, yo soy más inquieta, creativa y explosiva a veces, pero no te asustes porque con tu madre he aprendido de apoco a ser más serena, jugaré contigo te enseñaré a pintar y a elevar volantines.

 Tienes un abuelo bonachón, querendón que te enseñará de la tierra de su historia y su gente de la lucha que estos dan día a día por ser reconocidos y reivindicados, te mostrará su trabajo. Tienes un par de abuelas que te esperan te ansían, te darán tantísimo amor mi vida, tienes también un montón de tíos y tías muy distintos de los cuales aprenderás también muchas cosas.

Mi amor, intentaremos no sobre protegerte, sino darte herramientas, te inculcaremos desde muy pequeño la capacidad de luchar, de defender tus ideas y creencias, te enseñaremos también un sentido de profundo respeto a la tierra, a la vida, a la gente.

No quiero que seas egoísta, así que te enseñaremos lo importante que es compartir y pensar en la necesidad del otro, no quiero que sufras por la necesidad de la gente, hijo mío yo quiero que luches, porque así como nosotras intentamos que este mundo sea más justo e igualitario  también lo debes hacer tú.

Acunaremos y apoyaremos cada uno de tus sueños y proyectos, y te enseñaremos a ser valiente para que cuando no podamos apretar tu mano para darte fuerza encuentres en tu corazón el coraje para seguir.

Pequeño mío vivir es la más bella de las aventuras, la tuya será formidable, llegará el tiempo que te sentirás orgulloso de vivirla y de contarla.  

Por Nini